Roma se prepara para cerrar el Jubileo: las Puertas Santas se sellan tras un año de gracia y peregrinación

El Año Santo entra en su recta final. Tras doce meses marcados por la oración, la penitencia y la esperanza, la Iglesia universal se dispone a clausurar solemnemente el Jubileo que fue inaugurado el pasado 24 de diciembre por el Papa Francisco. Millones de fieles han cruzado las Puertas Santas en Roma buscando la indulgencia plenaria y una renovación interior.

Ahora, con menos de un mes por delante, la atención se centra en los ritos de clausura que pondrán fin a este tiempo excepcional de gracia. Será el Papa León XIV quien, en la Solemnidad de la Epifanía, cierre la Puerta Santa de la Basílica de San Pedro, culminando así uno de los acontecimientos eclesiales más significativos de los últimos años.

“Las Puertas Santas se cierran, pero la gracia del Jubileo permanece llamada a abrir el corazón del mundo a la esperanza y a la misericordia.”

Un año de gracia que llega a su término

Desde la pasada Nochebuena, cerca de 30 millones de peregrinos han llegado a Roma procedentes de todos los rincones del mundo. Familias, jóvenes, religiosos, sacerdotes y laicos han atravesado las Puertas Santas de las basílicas papales como signo visible de conversión y reconciliación. El gesto ancestral de cruzar el umbral ha simbolizado el paso del pecado a la gracia, de la oscuridad a la luz, del encierro espiritual a la libertad de los hijos de Dios.

Ahora, ese mismo gesto se invertirá. Las Puertas Santas comenzarán a cerrarse una a una, quedando selladas hasta el próximo Jubileo ordinario. El momento más esperado tendrá lugar el 6 de enero, cuando el Papa León XIV empuje el gran portón de bronce de la Basílica de San Pedro, en un acto cargado de simbolismo que marcará oficialmente el final del Jubileo de 2025.

La próxima reapertura de la Puerta Santa vaticana está ya fijada: será en el año 2033, cuando la Iglesia celebre el Año Santo Extraordinario de la Redención, conmemorando los dos mil años de la Pasión, Muerte y Resurrección del Señor.

Santa María la Mayor: la primera puerta que se cerrará

El calendario de clausura comenzará en la tarde del 25 de diciembre, día de Navidad. Ese día, a las 18:00 horas, se celebrará el rito de cierre de la Puerta Santa de la Basílica de Santa María la Mayor, uno de los templos marianos más importantes del mundo y profundamente vinculado al misterio de la Encarnación.

La ceremonia estará presidida por el cardenal arcipreste de la basílica, Rolandas Makrickas, y culminará con la celebración de la Santa Misa. Tras el rito, la Puerta Santa quedará tapiada, como marca la tradición, hasta el próximo Jubileo. El cierre en esta fecha subraya el vínculo entre la Navidad y el Jubileo: Cristo que nace como Salvador es también la Puerta por la que los hombres acceden a la misericordia del Padre.

San Juan de Letrán y San Pablo Extramuros: el cierre en el corazón de la Iglesia de Roma

Dos días después, el 27 de diciembre a las 11:00 horas, será el turno de la Catedral de San Juan de Letrán, madre y cabeza de todas las iglesias del mundo. El rito de clausura estará presidido por el cardenal vicario de Roma, Baldo Reina, y contará con la participación del coro diocesano dirigido por Mons. Marco Frisina. La liturgia pondrá de relieve la dimensión diocesana del Jubileo y su impacto en la vida pastoral de la Iglesia de Roma.

Al día siguiente, el 28 de diciembre a las 10:00 horas, se cerrará la Puerta Santa de la Basílica de San Pablo Extramuros, edificada sobre la tumba del Apóstol de las Gentes. La celebración solemne estará presidida por el cardenal arcipreste James Michael Harvey. En este caso, el rito evocará la dimensión misionera del Jubileo, recordando que la gracia recibida no se guarda, sino que se anuncia y se comparte.

La Epifanía y el cierre solemne en San Pedro

El momento culminante llegará el 6 de enero, Solemnidad de la Epifanía del Señor. Ese día, el Papa León XIV clausurará la Puerta Santa de la Basílica de San Pedro antes de presidir la Santa Misa conclusiva del Jubileo de 2025. Con este gesto, el Pontífice pondrá fin oficialmente al Año Santo, invitando a los fieles a llevar al mundo la gracia recibida.

Durante la celebración, está previsto que el Papa anime a los peregrinos a reencontrarse de nuevo en Roma en 2033, cuando se abrirá un nuevo tiempo jubilar extraordinario centrado en el misterio de la Redención. La Epifanía, fiesta de la manifestación de Cristo a las naciones, se presenta así como el marco litúrgico perfecto para enviar a los fieles como testigos de esperanza a todos los pueblos.

La excepción de Rebibbia: una puerta abierta a la esperanza

Este Jubileo quedará también marcado por un gesto inédito. El 26 de diciembre, apenas dos días después de la apertura oficial del Año Santo, el Papa Francisco se trasladó a la cárcel romana de Rebibbia para abrir allí una quinta Puerta Santa. Con este acto, el Pontífice quiso llevar de forma tangible el signo jubilar a los privados de libertad, subrayando que la misericordia de Dios no conoce muros ni rejas.



Hasta el momento, no se ha anunciado oficialmente la fecha en la que se cerrará esta puerta excepcional. Su apertura y futura clausura permanecen como un potente recordatorio de que el Jubileo no es solo un acontecimiento ritual, sino una llamada permanente a la conversión, a la dignidad humana y a la esperanza, especialmente para quienes viven en situaciones de mayor fragilidad.