DECRUX: cuando una vela encendida en el hogar se convierte en oración, inclusión y misión

Lo que comenzó como una inspiración silenciosa durante una procesión de antorchas en Lourdes se ha transformado en un proyecto capaz de unir oración, belleza, solidaridad e inclusión. DECRUX no es solo una marca de velas: es un puente entre la luz que brota de los santuarios y la intimidad espiritual de los hogares. Jóvenes con discapacidad intelectual las elaboran a mano, cuidando cada detalle con un cariño que convierte estas piezas en signos visibles de fe. Desde su taller en Madrid, estas velas personalizables —creadas para elevar intenciones al cielo— han dado forma a una misión que hoy alcanza a miles de familias y apoya numerosas obras sociales, manteniendo viva la luz que un día Borja Pérez de Brea vio reflejada en Lourdes.

“Una vela encendida en casa puede ser un pequeño santuario donde la oración se convierte en luz para el mundo”.

Un proyecto nacido ante la Virgen de Lourdes: luz, oración y misión



Todo comenzó durante una de las tradicionales procesiones de antorchas del Santuario de Lourdes, cuando Borja Pérez de Brea —voluntario habitual en peregrinaciones con enfermos— sintió un impulso interior: llevar a los hogares la misma luz de fe que aquella noche iluminaba la explanada. Esa intuición se convirtió en DECRUX, una iniciativa que combina la tradición de la vela de oración con la estética de las velas decorativas, sin renunciar a lo esencial: cada vela está hecha para elevar intenciones al cielo.

DECRUX ofrece velas bendecidas, personalizables, creadas artesanalmente por jóvenes con discapacidad intelectual. Para su fundador, la misión es clara: “llevar la luz de Cristo a todos los hogares del mundo”, y hacerlo a través de un objeto cotidiano que permita detenerse, crear un espacio interior de silencio, y transformar la casa en un “santuario familiar”.

El nombre mismo del proyecto —Decrux, “cruz” en latín— recuerda que toda oración nace de una historia personal que se pone en manos de Dios. Por eso cada vela incluye símbolos profundamente cristianos: un logotipo con las tres cruces del Calvario, pulseras de 33 cm en referencia a la edad de Cristo, y cerillas negras que evocan los clavos de la cruz. No es solo un producto: es una catequesis hecha luz.

El taller de Madrid: inclusión que se convierte en milagro cotidiano

La Fundación PRODIS, dedicada a la promoción y acompañamiento de personas con discapacidad intelectual, impulsó desde el principio este proyecto que hoy es su taller más emblemático. Allí, jóvenes como Ana Carbajo participan en un proceso que combina creatividad, autonomía y apostolado. Para ella, trabajar en DECRUX significa “sentirse muy bien” al elaborar velas con peticiones personalizadas: “cuando las leo y las veo terminadas, me hace feliz”.

Ariana Rivera, responsable del Taller DECRUX, describe la experiencia como un camino en el que “amor, apostolado y familia” se entrelazan. Cada vela, afirma, es una obra hecha desde el corazón y con un sentido espiritual profundo: la Virgen de Lourdes se convierte en inspiración diaria y en guía de un proyecto que no busca solo producir, sino formar, acompañar e integrar.

Borja Pérez de Brea lo expresa con palabras cargadas de emoción: “El taller es el corazón operativo de DECRUX, donde el amor se vuelve trabajo y el trabajo se convierte en ‘milagro’”. La escena que describe —jóvenes sonriendo, ayudándose mutuamente, manipulando con delicadeza cada vela— es un testimonio palpable de que la inclusión laboral no es un ideal abstracto, sino una realidad fecunda cuando se vive desde el Evangelio.

Los beneficios se destinan íntegramente a causas sociales: becas para enfermos que peregrinan a Lourdes, apoyo a personas con autismo, acompañamiento a mujeres que optan por seguir adelante con sus embarazos, y proyectos vinculados a distintas entidades religiosas. Así, cada vela encendida ilumina también la vida de quienes más lo necesitan.

Creatividad cristiana al servicio de los hogares: nuevas ediciones para transformar lo cotidiano

DECRUX, con apenas dos años de vida, no ha dejado de crecer ni de reinventarse. La creatividad y la innovación se han unido a la inspiración espiritual inicial para dar lugar a ediciones especiales que buscan transformar gestos sencillos —como encender una vela— en actos de fe, paz y familia.

Entre las novedades destacan la Vela Personalizable, el Pack Reyes Magos y el Velón de Navidad, pensados especialmente para el tiempo navideño. La primera permite escribir la intención directamente de manera digital, convirtiéndola en un regalo único. Está elaborada con cera de soja y perfumada con “aroma Mater Dei”, una fragancia que recuerda a las flores blancas ofrecidas a la Virgen María.

Otra creación reciente es “La Vela de mis Peticiones”, inspirada en la Teología del Hogar, diseñada en azul —como la cinta de Nuestra Señora de Lourdes— e ideada para transformar cada casa en un pequeño santuario. Incluye tres pegatinas en blanco para escribir peticiones a mano, evocando las prácticas devocionales del santuario francés.

Todos estos productos mantienen el compromiso inicial: destinar sus beneficios a más de veinte proyectos sociales vinculados a instituciones religiosas. Lo que empezó como una cuna de luz y oración durante una procesión en Francia se ha convertido hoy en una red de esperanza que alcanza hogares dentro y fuera de España, llegando incluso a países como México.