Sacerdotes que se convirtieron en faros de esperanza tras la tragedia: el premio Alter Christus reconoce su entrega
04 de noviembre del 2025
Un año después de una de las peores tragedias naturales sufridas en la Comunidad Valenciana, un grupo de sacerdotes que vivió en primera línea la devastación causada por la DANA de 2024 ha sido reconocido con el premio especial Alter Christus, otorgado por Regnum Christi. Son 62 los sacerdotes galardonados, héroes silenciosos cuya fe y dedicación transformaron el dolor de una riada —que cobró más de 220 vidas— en una misión de consuelo, servicio y esperanza.
El 29 de octubre del pasado año, la furia del agua descendió sobre los pueblos al sur de Valencia, anegando hogares, templos y vidas enteras. En medio del caos, estos pastores permanecieron junto a su pueblo, convirtiéndose en refugio, escucha y brazos abiertos para quienes lo habían perdido todo.
“El barro lo cubría todo, pero la fe resplandecía más fuerte que nunca”, resume el espíritu con que estos sacerdotes vivieron los días más difíciles y que ahora sirve como lección de entrega y esperanza para toda la Iglesia.
Sacerdotes entre el barro y la esperanza
Entre los premiados destaca el testimonio del P. Salvador Aguado, párroco de Santa Fe en Alfafar. La noche de la riada, acababa de celebrar la Misa cuando una vecina lo alertó del desbordamiento. Con el agua subiendo a gran velocidad, consiguió ponerse a salvo en el tejado de la iglesia junto a casi un centenar de personas que se refugiaron bajo su amparo. Desde entonces, su compromiso no ha cesado: “No se trataba de hacer grandes discursos, sino de estar ahí, de no dejarles solos”, explica.
También el P. Francisco Martínez, de San Antonio en Catarroja, se convirtió en símbolo de esperanza: mientras la mayoría de edificios se inundaban, su parroquia permaneció en pie. Él lo atribuye a la intercesión de San Pío de Pietrelcina, cuya reliquia había recibido días antes. Allí, junto al altar, improvisó un punto de auxilio para los vecinos, repartiendo alimentos y medicinas durante días.
Una de las imágenes más emblemáticas de la tragedia emergió de la parroquia de San Jorge Mártir, en Paiporta, donde el P. Gustavo Riveira presidía una adoración eucarística cuando las aguas irrumpieron con furia. El templo quedó cubierto de barro, cañas y desolación. Entre los restos, los fieles hallaron un Cristo manchado de lodo: una imagen dolorosa, pero también profética, que se convirtió en emblema de la esperanza en la resurrección.
Cuando la fe se hace servicio: testimonio desde el barro
Otro de los galardonados es el P. Salvador Romero, párroco de San Ramón Nonato, también en Paiporta. Aquella tarde, mientras repartía la comunión con el agua por las rodillas, recibió el aviso de que la crecida era inminente. Salvó la vida de seis mujeres atrapadas en medio del torrente. Horas después, descubrió un detalle que lo conmovió profundamente: el cáliz y el corporal que dejó abandonados sobre una mesa en la sacristía habían permanecido intactos. Todo estaba cubierto de lodo, excepto aquellos objetos sagrados que ahora son memoria viva de una fidelidad imposible de explicar con palabras.
Desde entonces, su parroquia se ha transformado en centro logístico de ayuda, donde decenas de voluntarios acuden a diario para repartir alimentos, mantas y esperanza. “El agua arrasó mucho, pero también sacó lo mejor de la gente”, afirma.
Un reconocimiento que trasciende fronteras
Los premios Alter Christus, que se entregan desde 2014 y cuentan con cuatro categorías (Pastoral Familiar, Social, Nueva Evangelización y Atención al Clero), no sólo han distinguido este año a los sacerdotes valencianos, sino también a otros presbíteros de España.
Entre ellos se encuentra el P. Nicanor Martínez García, de León, cuya dedicación durante décadas a la formación del clero le ha valido el reconocimiento en la categoría de Atención al Clero. También ha sido premiado el P. Emili Marlés, de la Archidiócesis de Terrassa, físico y teólogo, que ha dedicado su apostolado a tender puentes entre ciencia y fe mediante la creación del primer curso online de diálogo fe-ciencia de la Iglesia en nuestro país.
Otro galardón destacado ha sido otorgado al P. Miguel David Pozo, de Córdoba, por su incansable labor con jóvenes y niños en riesgo de exclusión social, así como al P. Rufino García Antón, de Madrid, conocido por su trabajo con migrantes y refugiados en el barrio de Vallecas.
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