El Papa León XIV nombrará a San John Henry Newman patrono de la educación católica y doctor de la Iglesia
27 de octubre de 2025
El Pontífice presentará el documento el 28 de octubre, coincidiendo con el 60.º aniversario de la declaración Gravissimum Educationis, y clausurará el Jubileo del Mundo de la Educación con una misa en la solemnidad de Todos los Santos
El Papa León XIV ha anunciado que San John Henry Newman será proclamado patrono de la educación católica y doctor de la Iglesia universal. La declaración se hará oficial el 28 de octubre, fecha en la que también publicará un documento conmemorativo del 60.º aniversario de Gravissimum Educationis, la declaración del Concilio Vaticano II sobre la educación cristiana. El anuncio, cargado de simbolismo, sitúa a Newman junto a Santo Tomás de Aquino como copatrono de la educación católica, consolidando su figura como modelo de pensamiento, espiritualidad y pedagogía para el siglo XXI.
"“Newman es un educador extraordinario, cuya luz sigue inspirando la búsqueda de la verdad y el diálogo entre fe y razón”, afirmó el cardenal José Tolentino de Mendonça, prefecto del Dicasterio para la Cultura y la Educación."
Un Jubileo para renovar la misión educativa de la Iglesia
El anuncio tuvo lugar en el marco del Jubileo del Mundo de la Educación, que se celebrará en Roma del 27 de octubre al 1 de noviembre, y que reunirá a más de 20.000 peregrinos entre educadores, universitarios, religiosos y estudiantes procedentes de los cinco continentes. El evento, convocado por el Papa, busca reavivar la vocación educativa de la Iglesia en un contexto de transformaciones culturales y tecnológicas aceleradas.
El cardenal Tolentino explicó que León XIV declarará doctor de la Iglesia a San John Henry Newman durante la Misa de clausura del Jubileo, en la solemnidad de Todos los Santos, un gesto que reconoce su profunda contribución al pensamiento teológico y a la filosofía de la educación.
“Newman supo integrar la fe con la razón, la verdad con la caridad, el pensamiento con la vida. Su legado no es solo intelectual, sino pastoral. Nos enseña que educar es acompañar el alma en su camino hacia Dios”, subrayó el purpurado portugués.
El legado de Gravissimum Educationis: comunidad, sentido y esperanza
El Papa publicará el 28 de octubre un documento conmemorativo del sexagésimo aniversario de Gravissimum Educationis, una de las declaraciones más influyentes del Concilio Vaticano II. En él reflexionará sobre la actualidad del mensaje conciliar y los desafíos de la educación en el mundo contemporáneo, especialmente en el contexto de las escuelas y universidades católicas.
El texto, adelantado parcialmente por el cardenal Tolentino, describe Gravissimum Educationis como un “documento profético que sigue marcando el camino de la Iglesia”. Según el Papa, la declaración no ha perdido su vigor:
“Gravissimum Educationis no ha perdido ni un ápice de su fuerza desde su publicación. Desde entonces ha florecido una constelación de obras y carismas, un patrimonio espiritual y pedagógico capaz de atravesar el siglo XXI y responder a los desafíos más apremiantes”, afirma León XIV en el documento.
El Santo Padre advierte, sin embargo, que ese patrimonio no puede considerarse un legado inmóvil, sino una brújula viva que debe adaptarse a los tiempos. “Las expectativas de hoy no son menores que las de hace 60 años —escribe—. Se han expandido y se han vuelto más complejas. Los cambios rápidos y profundos exponen a niños, adolescentes y jóvenes a una fragilidad sin precedentes. No basta con preservar: debemos relanzar.”
En este sentido, León XIV invita a “inaugurar una nueva época educativa que hable al corazón de las nuevas generaciones, recomponiendo conocimiento y sentido, competencia y responsabilidad, fe y vida”.
El cardenal Tolentino explicó que el Papa busca “reavivar el espíritu de comunidad educativa” que el Concilio quiso promover, desplazando la visión puramente institucional hacia una comprensión más humana y espiritual de la escuela como “espacio de encuentro, crecimiento y misión compartida”.
Newman, el educador que unió la fe con la inteligencia
Con la proclamación de San John Henry Newman como copatrono de la educación católica, el Papa León XIV pretende subrayar la necesidad de una educación que integre la búsqueda de la verdad con la formación moral y espiritual.
Nacido en Londres en 1801, Newman fue sacerdote anglicano, convertido al catolicismo en 1845 y creado cardenal por León XIII en 1879. Su itinerario espiritual, profundamente intelectual, le llevó a fundar el Oratorio de San Felipe Neri en Inglaterra y a reflexionar sobre la misión del pensamiento cristiano en el mundo moderno. Entre sus obras más influyentes se encuentran Apología pro vita sua y La idea de una universidad, donde defendió la formación integral del hombre como búsqueda unificada de verdad y virtud.
Para el Papa, la figura de Newman es un faro para el diálogo entre fe y cultura, especialmente en un tiempo en el que la educación corre el riesgo de reducirse a mera transmisión de conocimientos. “Su visión universitaria —afirma el documento pontificio— no es la de un recinto académico cerrado, sino la de una comunidad de almas que aprenden a pensar y amar en libertad, bajo la luz de la verdad”.
León XIV subraya, además, que la proclamación de Newman como doctor de la Iglesia “no es un homenaje al pasado, sino una invitación a mirar adelante”. Su pensamiento —añade— “posee la frescura del Evangelio aplicado a las realidades más profundas del corazón humano y de la sociedad contemporánea”.
Una Iglesia que educa para la esperanza
Según las estadísticas más recientes presentadas por el Dicasterio para la Cultura y la Educación, la Iglesia cuenta hoy con más de 230.000 escuelas, universidades y centros educativos católicos en 171 países, que atienden a casi 72 millones de alumnos.
León XIV reconoce en esta red educativa un “pulmón de humanidad” que necesita renovarse sin perder su alma: “La educación católica —escribe— no puede reducirse a instrucción. Es testimonio, es siembra de esperanza. No formamos solo mentes competentes, sino corazones abiertos al misterio de Dios y al servicio del prójimo.”
El Papa concluye su mensaje con un llamado al compromiso conjunto de educadores, familias y comunidades eclesiales: “El futuro no se improvisa. Se construye en las aulas, en los hogares, en las parroquias y universidades donde el Evangelio se hace cultura.”
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