El Papa León XIV pide leyes urgentes para proteger a los niños frente a los riesgos de la Inteligencia Artificial: “No podemos dejar su inocencia en manos de algoritmos”
14 de noviembre del 2025
En una contundente advertencia sobre los desafíos éticos del mundo digital, el Papa León XIV llamó a la comunidad internacional a establecer leyes firmes y políticas eficaces para proteger a los menores frente al uso precoz y descontrolado de la Inteligencia Artificial (IA).
Durante una audiencia celebrada en el Vaticano con expertos en tecnología, educadores y representantes de organismos internacionales, el Santo Padre subrayó que la revolución tecnológica actual “no puede avanzar a costa de la dignidad humana”, y advirtió que los niños y adolescentes son los más vulnerables ante los efectos de la exposición temprana a entornos digitales sin filtros ni acompañamiento.
“Sólo mediante un enfoque educativo, ético y responsable podemos garantizar que la inteligencia artificial sea un aliado en el crecimiento de los menores y no una amenaza para su humanidad”, afirmó el Pontífice.
“La inteligencia artificial solo será un progreso real si ayuda a los niños a crecer en humanidad, no si los convierte en prisioneros de un mundo sin alma.”
Un llamado a proteger la dignidad infantil en la era digital
En su discurso, León XIV destacó que el vertiginoso desarrollo de la IA abre un horizonte lleno de oportunidades, pero también de graves riesgos cuando se trata de los más pequeños. Recordó que los niños de hoy crecen en un mundo donde los algoritmos determinan lo que ven, escuchan y consumen, “moldeando sus pensamientos y afectos desde edades cada vez más tempranas”.
El Papa subrayó que la tecnología no es neutral, pues refleja los valores y las intenciones de quienes la programan. Por ello, insistió en que los gobiernos y las instituciones internacionales deben asumir la responsabilidad de regular y supervisar su impacto, especialmente en lo que respecta a la privacidad, la educación y el desarrollo emocional de los menores.
“Es urgente actualizar las leyes de protección de datos para responder a los desafíos inéditos que plantean las tecnologías emergentes”, señaló, recordando que el derecho a la intimidad y la integridad personal “también pertenece a los niños en el mundo digital”.
Además, exhortó a los padres y educadores a tomar conciencia de las dinámicas invisibles que operan detrás de las pantallas. “Los adultos deben ser los primeros guardianes del mundo digital, aprendiendo ellos mismos a navegarlo con prudencia, para luego acompañar a los más jóvenes en su uso responsable”, añadió el Pontífice.
“No podemos dejar la educación moral de nuestros hijos en manos de algoritmos. La inteligencia artificial debe estar al servicio del hombre, no el hombre al servicio de ella”, advirtió.
Educación digital y redes de alianza educativa
León XIV insistió en que la respuesta a los desafíos de la IA no puede ser solo técnica o jurídica, sino profundamente educativa. En este sentido, propuso el fortalecimiento de lo que denominó una “educación digital integral”, orientada a formar la conciencia crítica de los menores y a enseñarles a usar la tecnología con sabiduría y responsabilidad.
“El trabajo educativo debe ser cotidiano y constante, llevado a cabo por adultos formados y sostenidos por redes de alianza educativa”, explicó, recordando que la tarea de educar no compete solo a los padres o a la escuela, sino también a la Iglesia, las instituciones y toda la sociedad.
Para el Papa, el acceso sin control a la IA y a las nuevas plataformas digitales puede poner en riesgo la originalidad y la relacionalidad humanas, especialmente en los niños, que aún están en proceso de descubrir quiénes son y cómo se vinculan con los demás.
“Cuando el mundo digital se convierte en el único espacio de relación, el ser humano corre el peligro de encerrarse en un espejo que solo devuelve su propia imagen”, alertó.
El Santo Padre recordó que la verdadera educación no consiste en prohibir, sino en acompañar, discernir y formar criterios, para que los jóvenes puedan interactuar con la tecnología sin perder su libertad interior ni su capacidad de amar.
“La educación digital es hoy una forma concreta de custodiar la esperanza, porque enseña a usar la tecnología para construir y no para dividir”, expresó.
Una ética de la tecnología al servicio del bien común
Durante la audiencia, el Papa León XIV reiteró que el desafío de la Inteligencia Artificial no puede abordarse solo desde la eficiencia o la innovación, sino desde una ética global de la responsabilidad. Subrayó que el progreso auténtico debe medirse “no por la velocidad de los avances, sino por su capacidad de proteger la vida, la dignidad y la libertad de las personas”.
En este contexto, animó a los desarrolladores, legisladores y líderes sociales a colaborar en la creación de normas internacionales comunes, que garanticen que la IA no se convierta en instrumento de manipulación o explotación, especialmente de quienes no pueden defenderse: los niños.
El Pontífice hizo un llamamiento particular a las empresas tecnológicas para que asuman su papel moral en la sociedad: “Las decisiones que se toman en los laboratorios y en las salas de programación tienen consecuencias reales en la vida de millones de personas. Es necesario que estas empresas actúen con transparencia y sentido del bien común”.
Finalmente, León XIV recordó que la tecnología debe ser un medio para la fraternidad y la solidaridad, no una barrera que aísle o divida. “La inteligencia artificial solo será verdaderamente inteligente cuando ayude al hombre a ser más humano”, concluyó.
“El futuro no depende de las máquinas, sino de los corazones que las guían. Educar, proteger y legislar son tres caminos inseparables para salvaguardar a nuestros niños.”
El mensaje del Papa León XIV resuena como un llamado profético en medio del vértigo tecnológico del siglo XXI. Frente a una generación que aprende a tocar pantallas antes que a escribir su nombre, el Santo Padre recuerda que la dignidad del ser humano es el punto de partida y el límite de toda innovación.
Su exhortación no solo interpela a gobiernos y empresas, sino también a padres, educadores y comunidades cristianas, invitándolos a asumir juntos una “alianza educativa global” para proteger el futuro de los más pequeños.
En palabras del Papa, “solo una sociedad que pone a los niños en el centro podrá mirar al futuro con esperanza”.
Compartir
Suscríbete a EWTN España
Mantente al día con nuestras noticias más importantes y recibe contenido exclusivo directamente en tu correo electrónico.
Otras noticias












