León XIV prepara un consistorio extraordinario en enero para abordar los grandes desafíos de la Iglesia
11 de noviembre del 2025
El Papa León XIV planea convocar un consistorio extraordinario de cardenales los días 7 y 8 de enero de 2026, en lo que será la primera gran reunión de este tipo bajo su pontificado. Aunque aún se desconoce el tema que centrará las deliberaciones, la noticia ha despertado una amplia expectación en Roma y en las principales diócesis del mundo. La iniciativa se percibe como una señal del deseo del Santo Padre de impulsar un clima de colegialidad y consulta en la Iglesia universal, recuperando una práctica que fue característica de pontificados anteriores y que había sido reclamada por numerosos purpurados.
“La comunión eclesial no se improvisa: se construye con la escucha, el diálogo y la oración común”.
Un anuncio discreto que anticipa un encuentro histórico
La noticia se conoció a través de una breve comunicación interna enviada a los cardenales el pasado 6 de noviembre por la Secretaría de Estado del Vaticano. En el mensaje, firmado por la oficina de coordinación, se indicaba que “Su Santidad León XIV tiene en mente convocar un consistorio extraordinario para los días 7 y 8 de enero de 2026”, añadiendo que en su momento el decano del Colegio Cardenalicio haría llegar los detalles oficiales a cada purpurado.
Aunque el Vaticano aún no ha confirmado públicamente la información, la sola posibilidad de este consistorio ha generado un clima de expectación. Matteo Bruni, director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, señaló que “no suele hacerse un anuncio de este tipo con tanta antelación”, sin desmentir la existencia de la convocatoria.
Fuentes vaticanas consultadas señalan que la reunión podría servir para marcar el rumbo pastoral y doctrinal del nuevo año, en un contexto en el que la Iglesia afronta importantes desafíos: la aplicación de las reformas curiales, la pastoral familiar, el papel de las mujeres en la Iglesia y la continuidad de los procesos sinodales abiertos durante el pontificado anterior.
Los consistorios extraordinarios, a diferencia de los consistorios ordinarios en los que se crean cardenales o se canonizan santos, reúnen a todo el Colegio Cardenalicio para reflexionar sobre temas de gran trascendencia eclesial o doctrinal. Por su naturaleza, son una ocasión privilegiada para fortalecer la comunión en torno al Sucesor de Pedro y escuchar la voz de los representantes de todas las Iglesias particulares del mundo.
Una tradición de consulta y discernimiento eclesial
El último consistorio extraordinario se celebró en agosto de 2022, durante el pontificado del Papa Francisco, y tuvo como tema principal la constitución apostólica Praedicate Evangelium, documento que reformó en profundidad la Curia Romana. Aquella reunión, que se desarrolló a puerta cerrada, reunió a todos los cardenales en grupos lingüísticos para debatir sobre la nueva estructura del gobierno central de la Iglesia y sus implicaciones pastorales.
En aquella ocasión, se adoptó un formato inspirado en la sinodalidad, lo que permitió un intercambio más directo de ideas y experiencias. Sin embargo, muchos cardenales expresaron el deseo de que este tipo de reuniones fueran más frecuentes, para favorecer la comunicación entre la Santa Sede y las iglesias locales.
El Papa León XIV, que ha manifestado reiteradamente su intención de fortalecer la colegialidad episcopal y la escucha mutua, podría estar respondiendo a esa demanda. “La comunión eclesial no se improvisa: se construye con la escucha, el diálogo y la oración común”, habría comentado en una reunión reciente con miembros de la Curia, según fuentes próximas al Pontífice.
La historia reciente de los consistorios extraordinarios muestra su relevancia en momentos clave de la vida de la Iglesia. Juan Pablo II convocó seis, abordando temas como la reforma curial, la situación económica de la Santa Sede, la defensa de la vida, la preparación del Jubileo del año 2000 y las perspectivas del cristianismo en el nuevo milenio. Durante su pontificado, estos encuentros sirvieron para articular las grandes líneas pastorales y reforzar la comunión universal.
Por su parte, Benedicto XVI prefirió mantener reuniones más informales con los cardenales, normalmente el día previo a los consistorios ordinarios, mientras que Francisco impulsó una dinámica de reflexión más participativa y descentralizada, centrada en temas como la familia, la sinodalidad y la misión evangelizadora.
Expectación por los temas a tratar en la nueva etapa del pontificado
Aunque el Vaticano no ha revelado el contenido del consistorio de enero, distintos observadores apuntan a que León XIV podría querer abordar el papel de la Iglesia en un mundo en transformación, marcado por la secularización, las crisis de fe en Occidente y el crecimiento del cristianismo en África y Asia. Otros sugieren que el Papa podría buscar un espacio de discernimiento sobre la identidad del sacerdocio, la vida religiosa y la unidad de los católicos en un tiempo de polarización cultural.
La elección de las fechas —justo al inicio del nuevo año— también ha sido interpretada como una señal simbólica: un punto de partida para renovar la misión universal de la Iglesia, retomando la tradición de los consistorios de reflexión y oración.
Algunos analistas recuerdan el precedente del consistorio extraordinario de febrero de 2014, cuando el Papa Francisco reunió a los cardenales para reflexionar sobre la familia, un encuentro que serviría de base para los posteriores sínodos y para la exhortación Amoris Laetitia. En aquella reunión, el teólogo alemán Walter Kasper presentó la conocida “Propuesta Kasper”, que suscitó un amplio debate sobre la comunión de los divorciados vueltos a casar y marcó un punto de inflexión pastoral en la Iglesia contemporánea.
En este contexto, el consistorio de León XIV podría adquirir un profundo significado eclesial, consolidando el estilo pastoral del nuevo Pontífice, caracterizado por el diálogo y la renovación espiritual. El encuentro, de confirmarse oficialmente, se convertiría en una oportunidad para que los cardenales, representantes de todos los continentes, ofrezcan al Papa una visión global de las realidades pastorales que hoy desafían a la Iglesia.
Con esta convocatoria, el Papa León XIV reafirma su voluntad de gobernar en comunión y discernimiento, escuchando las voces diversas del Colegio Cardenalicio y recordando que la Iglesia, más allá de las estructuras, se edifica sobre la unidad en la fe y en la misión compartida de anunciar el Evangelio al mundo.
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