“Mírame”: el libro que enseña a descubrir a Dios en lo cotidiano y mirar la vida con ojos nuevos
14 de octubre de 2025
La escritora chilena Magdalena Ross, laica dominica y postuladora para las causas de los santos, presenta Mírame, un testimonio espiritual que invita a reconocer la presencia de Dios en lo sencillo, en lo pequeño, en aquello que pasa inadvertido. A través de casi 400 páginas de historias reales, la autora propone una mirada renovada: la de quien se deja sorprender por lo divino en lo cotidiano.
“Dios se manifiesta en lo sencillo, en lo simple. Hay que estar atentos, porque en lo que parece pequeño puede esconderse un mensaje eterno.”
"Mírame es una invitación a mirar la vida con los ojos de Dios: atentos, agradecidos y capaces de reconocer el milagro que se esconde en lo cotidiano."
Una mirada nueva para encontrar a Dios en lo ordinario
El libro Mírame. Testimonio de vida y encuentros, de la chilena Magdalena Ross, es mucho más que una recopilación de anécdotas: es una invitación a mirar el mundo con ojos espirituales. En cada relato breve, la autora entrelaza lo cotidiano con lo extraordinario, mostrando cómo la gracia divina puede hacerse presente en un gesto, en una palabra, en una sonrisa o en una dificultad inesperada.
Con un lenguaje cercano y cálido, Ross comparte su propio camino interior, marcado por experiencias donde la presencia de Dios se manifestó de formas sutiles o sorprendentes, incluso en situaciones de peligro o dolor. “Estar atento”, resume, es la clave. “En la sonrisa de un niño, en una conversación con un amigo o en algo que no esperabas y que te produce una alegría inmensa, puedes identificar esos signos invisibles del amor de Dios.”
El libro, de casi 400 páginas, se despliega como un recorrido vital y espiritual que refleja la convicción de su autora: Dios se deja encontrar por quien tiene una mirada atenta y un corazón abierto.
“En cada historia hay un eco del Evangelio, una llamada a despertar la sensibilidad para lo divino que se esconde en lo humano.”
Del miedo al testimonio: escribir desde la fe
Antes de convertirse en escritora, Magdalena Ross se dedicaba a la decoración de interiores, una profesión que describe como alegre, expresiva y llena de movimiento. Confiesa que le costó decidirse a publicar sus experiencias, temerosa de lo que los demás pudieran pensar sobre esta nueva faceta espiritual.
“Tenía miedo del ‘qué van a decir’ —explica—, porque mostrar el interior es exponerse. Pero sentí una inspiración tan fuerte, algo que venía desde dentro y que no podía frenar. Fue el Señor quien me dijo: ‘Mírame’”.
El título del libro, Mírame, nace precisamente de una vivencia personal en la que sintió claramente esa llamada de Dios. Sin embargo, aclara que su obra no se centra en un solo episodio, sino en un itinerario interior, en el descubrimiento progresivo de una presencia viva en cada paso de la existencia.
Su encuentro con la Orden de Predicadores (dominicos) marcó un punto de inflexión en su vida. Durante la pandemia, conoció en Madrid al sacerdote dominico Jesús Villarroel Fernández, quien la introdujo en la “teología de la gratuidad” y le propuso realizar las promesas temporales como laica dominica. “No soy una consagrada —aclara—, pero sí estoy consagrada al espíritu de la Orden. Mi vocación es predicar desde la vida misma.”
Por consejo de este sacerdote, firmó su libro con las siglas O.P. (Ordo Praedicatorum), como signo de pertenencia y compromiso con su misión de evangelizar a través de la palabra escrita.
Historias que tocan el corazón y siembran esperanza
Desde su publicación, Mírame ha despertado una acogida sorprendente entre lectores creyentes y no creyentes. “He recibido llamadas, mensajes, testimonios preciosos —cuenta Magdalena—. Las personas me comparten sus propias historias. Como decía un sacerdote muy inspirador para mí, cuando uno da testimonio, toca el corazón del otro. Ya no es de persona a persona, sino de corazón a corazón.”
Ese diálogo interior, confiesa, es también una obra del Espíritu Santo, “que sopla donde quiere y hace fecunda la palabra cuando se comparte con sinceridad”.
La autora reconoce que su estilo narrativo está inspirado en el Papa Francisco, con quien siente una profunda conexión espiritual. “El Papa siempre hablaba de contar historias con sabor evangélico, pero de las de ahora, las de nuestra vida diaria. Él nos invitaba a construir la cultura del encuentro, y eso es justamente lo que busco con Mírame.”
Esa afinidad con el pensamiento y el magisterio del Papa argentino llevó a que su libro fuera incorporado a la colección “Francisco, legado y mensaje” de la Biblioteca del Congreso de la Nación Argentina, un reconocimiento que para Ross fue un regalo providencial: “Es como habérselo entregado en forma póstuma, como un homenaje al pastor que nos enseñó a mirar la vida con misericordia y a descubrir a Dios en los márgenes”.
“El Papa Francisco me enseñó a ver la vida con los ojos del corazón, a descubrir lo sagrado en lo frágil y lo divino en lo humano.”
Una autora que predica desde la experiencia y la contemplación
Además de escritora y laica dominica, Magdalena Ross cursó estudios para ser postuladora de causas de santos en la Universidad de San Dámaso, en Madrid, lo que la llevó a profundizar en la santidad como camino posible y cotidiano. “Entendí la seriedad con la que la Iglesia trata estas almas. Los santos son puentes hacia la vida eterna, testigos vivos de que la gracia puede transformar cualquier existencia.”
Ese mismo espíritu impregna su libro. En cada relato, el lector encuentra un llamado a reconocer la acción providente de Dios en la propia historia, sin esperar grandes milagros ni signos extraordinarios. Mírame propone una espiritualidad encarnada, que nace del asombro y del agradecimiento, y que busca hacer tangible lo invisible.
Presentado oficialmente el 22 de julio en Chile, el libro se encuentra disponible tanto en formato físico como digital, a través de diversas plataformas editoriales. Su difusión ha superado las expectativas iniciales. “Creo que ha pasado exactamente lo que yo esperaba —dice la autora—: las personas han encontrado en él un espejo de sus propias vidas. Han reconocido en su cotidianidad la presencia y la providencia de Dios.”
El mensaje final de Mírame no es doctrinal ni moralista, sino profundamente humano y espiritual. Magdalena espera que llegue también a quienes no creen, “porque todos, creyentes o no, tenemos necesidad de mirar nuestra vida con nuevos ojos”.
“No se trata de una doctrina, sino de una experiencia viva. Cuando uno aprende a mirar con amor, todo se vuelve revelación.”
Una invitación a vivir con mirada contemplativa
En un mundo que corre sin detenerse, Mírame se levanta como un canto a la lentitud, a la atención y a la presencia. Su autora nos recuerda que la fe no siempre se manifiesta en lo espectacular, sino en la ternura de lo diario: en la fragilidad, en los silencios, en los gestos que no hacen ruido pero sostienen la esperanza.
Cada página de este libro es un susurro de Dios que invita a mirar con los ojos del alma, a descubrir la belleza escondida en lo que pasa desapercibido y a vivir desde la gratitud.
En palabras de la propia autora, “cuando dejamos que el Señor nos diga ‘mírame’, nuestra vida cambia. Porque ya no miramos igual: empezamos a ver con su mirada”.
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