Elegancia con sentido: Vogue distingue al Papa León XIV entre los mejor vestidos de 2025
17 de diciembre del 2025
La vestimenta del Papa nunca ha sido una cuestión meramente estética. A lo largo de los siglos, el atuendo pontificio ha funcionado como un lenguaje silencioso que expresa continuidad, autoridad, servicio y, sobre todo, un profundo simbolismo teológico. En un mundo cada vez más atento a la imagen, este lenguaje vuelve a situarse en el centro del debate cultural tras la decisión de la revista Vogue de incluir al Papa León XIV en su lista anual de las personas mejor vestidas de 2025.
El reconocimiento, procedente de una de las publicaciones de moda más influyentes del mundo, no se limita a una valoración superficial del estilo personal del Pontífice, sino que pone de relieve cómo la tradición litúrgica de la Iglesia sigue siendo capaz de dialogar con la cultura contemporánea sin perder su identidad ni su profundidad espiritual.
“La elegancia del Papa León XIV no es una cuestión de moda, sino la expresión visible de una tradición que sigue hablando al mundo con belleza y significado.”
La moda como lenguaje simbólico de la Iglesia
Desde sus orígenes, la Iglesia ha cuidado con esmero los signos visibles que acompañan su vida litúrgica y su estructura jerárquica. Las vestiduras pontificias, lejos de responder a modas pasajeras, han sido concebidas como signos cargados de significado: colores, tejidos y formas que remiten a realidades espirituales profundas.
La inclusión del Papa León XIV en la lista de Vogue confirma que este lenguaje simbólico sigue siendo inteligible y atractivo incluso fuera del ámbito eclesial. La revista, fundada en 1892 y referente mundial en moda y belleza, subraya que el actual Pontífice ha optado por recuperar una estética más clásica, preservando la herencia visual del papado a través de vestiduras litúrgicas de confección impecable. Este reconocimiento se produce en un contexto en el que la Iglesia sigue reflexionando sobre la relación entre tradición y sencillez evangélica, dos dimensiones que no se excluyen, sino que se enriquecen mutuamente cuando son bien comprendidas.
El atuendo que marcó un pontificado desde el primer día
Para Vogue, el “mejor atuendo” del Papa León XIV en 2025 fue el que lució en su primera aparición pública como Pontífice, el pasado 8 de mayo, desde la logia central de la Basílica de San Pedro. En aquella ocasión, el Papa se presentó con una muceta de satén rojo, una estola color vino bordada en oro y una cruz pectoral sostenida por un cordón de seda dorada.
Cada uno de estos elementos posee un significado preciso. La muceta, una capa corta que cubre los hombros hasta el codo, es un signo tradicional de autoridad y responsabilidad pastoral. La estola, por su parte, simboliza el ministerio sacerdotal, mientras que la cruz pectoral recuerda al Pontífice —y a los fieles— que su autoridad nace del seguimiento de Cristo crucificado.
La revista destacó este conjunto como una expresión de elegancia extrema, pero también como una afirmación consciente del legado litúrgico del papado, en contraste con el estilo más austero de su predecesor.
Continuidad y contraste con el pontificado anterior
El Papa Francisco marcó su elección en 2013 con gestos claros de sencillez, renunciando a algunos elementos tradicionales del atuendo pontificio. Aquella decisión fue ampliamente interpretada como un signo de cercanía y sobriedad evangélica, y fue reconocida incluso por publicaciones como Esquire, que lo incluyeron en su momento entre los hombres mejor vestidos, precisamente por su estilo austero.
El Papa León XIV, sin renegar de ese legado de sencillez, ha optado por recuperar una estética más clásica, subrayando la continuidad histórica del ministerio petrino. Este retorno a vestiduras litúrgicas más elaboradas no supone un alejamiento del espíritu evangélico, sino una reafirmación del valor simbólico de la tradición como vehículo de belleza y trascendencia.
En este equilibrio entre continuidad y novedad, la figura del Papa vuelve a situarse como un referente cultural capaz de generar diálogo entre fe, historia y sensibilidad contemporánea.
Artesanía, tradición y excelencia al servicio del culto
Detrás de la elegancia reconocida por Vogue se encuentra también el trabajo silencioso de artesanos y diseñadores especializados en vestimenta litúrgica. Entre ellos destaca el italiano Filippo Sorcinelli, colaborador habitual de los últimos pontífices desde el pontificado de Benedicto XVI, conocido por su respeto escrupuloso a la tradición y su atención al detalle.
Asimismo, la histórica sastrería Gammarelli, situada cerca del Panteón en Roma, continúa siendo la encargada de confeccionar gran parte de la vestimenta papal. Esta casa, con siglos de historia, representa la excelencia artesanal al servicio de la liturgia y del ministerio pontificio, uniendo técnica, belleza y espiritualidad.
El hecho de que estas prendas sean hoy reconocidas en un ranking internacional junto a figuras del mundo del deporte, el cine o la música —como Rosalía, Rihanna, Bad Bunny, Jennifer Lawrence o Venus Williams— pone de relieve que la belleza litúrgica sigue teniendo un lugar relevante en la cultura global.
Recibe las noticias de EWTN España por Whatsapp. Cada vez es más difícil ver noticias católicas en redes sociales. Suscríbete hoy mismo a nuestro canal gratuito.

Suscríbete a EWTN España
Mantente al día con nuestras noticias más importantes y recibe contenido exclusivo directamente en tu correo electrónico.
Otras noticias












