La asociación “Gracias Jesús” convierte un hospital italiano en un refugio de luz para niños con cáncer inspirada en la fe y la sonrisa de la pequeña Lisa
24 de noviembre del 2025
La Asociación italiana Grazie Gesù (“Gracias Jesús”) ha transformado el Departamento de Oncología y Hematología Pediátrica del hospital Salesi de Ancona en un espacio donde la ternura y la esperanza desafían al sufrimiento. Inspirada en el testimonio luminoso de Lisa Rossi, fallecida en 2020 a los nueve años, la iniciativa moviliza a voluntarios, familias y sacerdotes para acompañar a los niños enfermos con gestos cotidianos de amor que, en sus propias palabras, buscan crear “un lugar mágico” en medio de la enfermedad.
«Allí donde la enfermedad oscurece, la fe y la caridad pueden convertir un hospital en un lugar donde los niños vuelven a sonreír».
El legado de una niña que nunca dejó de sonreír
La historia de la asociación nace en la habitación donde Lisa, sostenida por una fe sencilla y profunda, pronunció sus últimas palabras: “¡Jesús no falla nunca… creedme!”. Su serenidad —siempre cantando, bailando y sonriendo— fue para sus padres, Enrico y Federica, una fuerza que les permitió afrontar lo inimaginable.
Aquella luz interior se encendió aún más cuando, pocos días antes de Navidad, un voluntario disfrazado de elfo entró con un enorme regalo. Ese gesto gratuito de alegría fue el origen de la primera colecta que sus padres organizaron para llevar juguetes a otros niños enfermos.
Una “marea de sonrisas” en los pasillos del hospital
Lo que comenzó como una iniciativa familiar se convirtió, en apenas cinco años, en una asociación ampliamente reconocida por su labor. Hoy, los voluntarios de Grazie Gesù llenan los pasillos del hospital con expositores de caramelos, celebran los cumpleaños de los pequeños, reparten pizza cada sábado, leen cuentos, acompañan con terapia asistida con animales y sostienen emocionalmente a padres y hermanos.
“Para nosotros, que lo hemos vivido, sabemos bien lo que significa pasar el día entero en una habitación. Cualquier actividad hace la diferencia”, explica Enrico. Por eso, la asociación no solo anima y acompaña: también financia alojamientos, ayuda en desplazamientos médicos, cubre facturas y organiza salidas para cumplir sueños, como llevar a una niña en silla de ruedas hasta la cima del Monte Nerone.
Un encuentro con el Papa que fortalece la esperanza
Este miércoles, la familia de Lisa, acompañada de niños, sacerdotes, voluntarios y hasta dos perros de terapia, participó en la Audiencia General del Papa León XIV. Una de las niñas enfermas pudo abrazar al Pontífice desde su silla de ruedas en un encuentro profundamente emotivo.
No era la primera vez que la asociación acudía al Sucesor de Pedro: Enrico recuerda con emoción que ya han visitado al Papa Francisco hasta en siete ocasiones. “Ver al Papa con los niños siempre ha sido algo realmente hermoso”, afirma.
Un fruto que se expande más allá del hospital
En cinco años, la misión se ha multiplicado. Grazie Gesù acompaña hoy también a escuelas, niños con discapacidad y residencias de ancianos, llevando la misma alegría que inspiró a Lisa.
Federica, su madre, conserva un mensaje que su hija repetía a todos: que la enfermedad no manda, que la alegría es siempre posible. “Lisa decía que todo sucede por un motivo válido. Hay que confiar, porque todo forma parte de un plan maravilloso para nuestro bien”, explica con emoción.
Una obra donde la fe se hace consuelo
La asociación ha logrado transformar la experiencia del hospital en un camino donde la ternura vence al miedo y donde el sufrimiento se ilumina desde la fe. La sonrisa de Lisa, intacta en la memoria de quienes la conocieron, se prolonga ahora en cada gesto de los voluntarios que, día tras día, llevan a los niños un pedacito del amor de Cristo.
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